La bendición que fluye desde el estandarte de la cruz

by Daniel Yahav

El siguiente es un resumen de toda una serie de enseñanzas sobre las bendiciones que fluyen desde el estandarte de la cruz de Yeshua. El concepto de la cruz como un estandarte viene de Juan 3:14, donde Yeshua, al hablar anticipadamente de Su muerte, dice: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado”. En esta afirmación, El le recuerda al pueblo la historia de Números 21:4-9 donde el Señor envía serpientes venenosas en medio de ellos, a causa de las quejas de los hijos de Israel en contra de Dios y de Moisés Su siervo. Muchos fueron mordidos por estas serpientes y murieron. Dios en Su misericordia y fidelidad a Su pacto con Abraham, Isaac y Jacob, en el momento en que el pueblo reconoció y confesó su pecado a Moisés, les dio la solución y la sanidad para la situación. Dios le dio instrucciones a Moisés de colocar una serpiente de bronce en un poste y levantarla, de manera que todos pudieran verla y así, cualquiera que hubiese sido mordido y la mirase, viviría. La palabra hebrea para “poste” es “nes” cuyo significado es estandarte o bandera. La serpiente colocada como bandera/estandarte fue una imagen profética de la muerte de Yeshua en la cruz. En el estandarte de la cruz, Yeshua tomó sobre Sí nuestro pecado y se hizo maldito por nuestra causa. Tal como sólo aquellos que miraron la serpiente recibieron sanidad y vida, así quienes miramos en fe hacia Yeshua, quien fue crucificado por nuestros pecados, nos es perdonado y removido el veneno del pecado, recibiendo la vida eterna.

El estandarte de Yeshua nos da abundantes bendiciones además de la vida eterna. En lugar de condenación, recibimos perdón y justicia (Romanos 8:1-4); santidad en lugar de inmundicia (1 Corintios 6:9-11). En la cruz, Yeshua fue hecho maldición por nosotros para que pudiésemos recibir bendiciones. El se llevó nuestras enfermedades para que recibiésemos sanidad. El tomó la pobreza y nos dio provisión. Ahora, para poder recibir todos estos beneficios de la cruz de Yeshua, debemos tomarlos con manos de fe.

En Exodo 17:8-13 hay otra historia con una bandera en alto. Aquí encontramos la historia de Israel en la batalla contra los amalecitas. Moisés subió a una montaña y sostuvo la vara de Dios sobre la batalla. Cuando sus manos estaban en alto, los hijos de Israel ganaban y cuando sus manos estaban débiles y bajaban, los amalecitas ganaban. El versículo 12 nos dice que cuando las manos de Moisés se hicieron pesadas, Aaron y Hur lo sentaron en una roca y sostuvieron sus manos en alto para que pudiesen permanecer estables hasta la puesta del sol. En hebreo, la palabra que corresponde a “estable” es emunah, la cual simplemente significa fe. Sus manos eran fe y con sus manos de fe sostuvo la vara de Dios como estandarte. Este estandarte o bandera, levantado en alto como señal de ánimo y de reunión para los soldados, significaba la cruz de Yeshua. Y luego que los israelitas ganaron la batalla, Moisés construyó un altar y lo llamó “El Señor es mi estandarte”. De la misma manera, la cruz fue el altar en el cual Yeshua se sacrificó a Sí Mismo.

Todos estamos comprometidos en la batalla dentro del camino angosto al reino de Dios y la clave, de acuerdo a 1 Juan 5:4, es la fe - ... y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe. Por la fe en Yeshua, quien murió por nuestros pecados, podemos recibir todos los beneficios que fluyen de la cruz y hacer efectiva toda la provisión que nos ha sido dada por Dios. Agarrémonos de Yeshua, no dejemos ir nuestra fe. Sigamos clamando a Su nombre, El nos ayudará. No estamos solos. ¡El quiere terminar la obra que comenzó en nosotros!